jueves, 7 de octubre de 2010

Querido Daniel

Cierto es querido amigo, que de la disección de las maderas abandonadas a su suerte y mecidas por las corrientes, se extraen no pocas historias, pero voy a contarte algo: Cuando le pregunté a ese pedacito de madero que tu posees, me reveló su condición de parte de un remo de una nave vikinga conducida por Erik el Rojo, pero también me confesó otros aconteceres. No penes amigo , libera tu mente, y no confundas los llantos de dolor, con los de alegría; me contó el buen animo que reinaba en la nave y el espíritu aventurero que abanderaba aquella expedición, también me hablo de un gran jefe, de un alma tan valerosa como la de un halcón; como había escuchado de los propios labios de ese hombre el sueño que había tenido repetidamente durante muchas noches, aquel en el se veía así mismo junto a un grupo de sus mejores hombres en una tierra distinta a la que ellos estaban acostumbrados.
En absoluta confidencia me relató como el remero que a él le manejaba era un hombre robusto de manos grandes y curtidas, largo pelo oscuro y una barba rizada como las olas de los mares que surcaban; como aquel hombretón era pura bondad, de tal forma que cuando le asía para remar, parecía acariciarle como a cuerpo de mujer; solo en aquellos momentos en que se esperaba un abordaje, sentia la fuerza de sus manos y su miedo sudoroso. También me contaba de los soliloquios que este marinero canturreaba cada día haciendo versos sobre su compañera y sus pequeños vástagos ausentes y siempre presentes en unos pequeños mechones de pelo que enebrados en un cuero llevaba colgados de su fornido cuello.

Ya ves querido amigo,que el destino quiso que no hubiera lamentos , ni torturas , ni sufrimiento alguno. Había dos maderos en la playa, uno, el resto de este remo del que te he hablado, y otro, al que no pude hacer nada por él, al que no pude preguntar nada dado su estado de descomposición, pero que me aseguran que fue parte de una embarcación de esclavos de la cual, si que salían llantos y amarguras, pero esa madera no la traté yo, que para penas, ya me sobran algunas.

Besos.

ParARTE / BronceArte

ParARTE: dícese cuando una persona pasa los lunes al sol, los martes al sol, y los miércoles, y los jueves....... Eso, si es que hay sol
BronceARTE, Sinónimo de parARTE solo que destinado exclusivamente a una determinada clase social que puede pasarse los lunes al sol, los martes al sol, y los miércoles, jueves... pero con un claro matiz diferenciador,y en caso de que no halla sol, pues nada, que para eso se han inventado los rayos UVA .

domingo, 3 de octubre de 2010