Árboles viajeros, recoge aquellos trozos de madera que fueron árboles en su día y que por distintas causas terminaron mecidos por las olas del mar hasta acabar descansando en una playa o entre las rocas perdidas de un acantilado; quien sabe cual a podido ser el periplo de su vida, los lugares que ha podido haber visitado, o las funciones que hubiera realizado; desposeídos de sus características arbóreas, -corteza ,raíces etc..- por la fuerza del mar o de las inclemencias naturales, pero no de su esencia, trato de recomponerlos y de encontrar y ofrecer su historia perdida.
...restos de un árbol que partió del puerto de Sevilla allá por el 1512 rumbo a las Américas como carga de leña y que cayó al agua por un golpe de mar, comenzando así su viaje personal hasta quedar varado en el Arenal de Morís de asturias....
160x50x25 cm Roble.
...restos del árbol que sirvió como puntal en el primer refugio que construyó Robinson Crusoe y que fue destruido por una gran ola el cuarto día de su llegada a la isla....
60x10x10 cm ¿...?
Mariposa del mar. 100x50x35 cm.
Árbol, ciruelo y papel.
Ocean Wave. 85x65x15 cm.
Árbol, bambú y papel.
Osiris. 95x70x20 cm.
Árbol, bambú y papel.
Muchas gracias. Atentamente: Zimmer
12 comentarios:
miguel ángel /riotinto/huelva/ españa/22 sep 2010
Esinghe/Yaounde/Camerun/25 sep 2010
Chicho Lorenzo/Charlottesville (VA)/USA/Sept 2010
Me ha gustado ver nadando nuevamente en tus páginas esos troncos marineros. Yo tengo uno. Es pariente de dos de los que muestras, el que se embarcó en Sevilla y el que viajó hasta la isla de Robinson. El mío está diseccionado, abierto al centro también, supongo que para buscar indicios, restos de siglos impregnados en su materia vagabunda, fósiles de historias escritas en el interior de la madera. Buscándole el alma, dicho de otra forma. Algo habrás hallado dentro de esas dos maderas tuyas para que conozcas retazos de su existencia. La mía emite lamentos, bufidos esforzados, sudor agrio y perenne ruido monocorde. Es la madera del remo de un barco de galeras que terminó naufragando. Durante siglos ha llevado dentro el sufrimiento de aquellos condenados. Ahora me lo muestra a mí. Y noto que en mi mente se va incrustando el fósil del dolor. Que mi cerebro se vuelve piedra donde cincelan los galeotes sus penas, la aflicción de sus heridas reblandecidas, su fatiga inmensa, su sed en una infinitud de agua, su desesperación y su muerte anticipada. Mi madera cada vez grita más fuerte.
La culpa la tienen los árboles viajeros, dije al par de tipos que me llevaban, algunos han llevado una vida muy perra. Los galeotes se rieron dentro de mi cabeza.
Un abrazo, tronco
J.G.A. Girona/Esp./Octubre 2010
Elena Soto/Mallorca/España/4 octubre/2010
Rosa González/León/España/6 Oct./2010
Tomeu/Sóller/Espanya/6/10/2010
claudia contreras/buenos aires/ argentina/ 10/10/2010 Allende los océanos demoran tiempo en llegar tus árboles hasta mis islas de los mares del sur. Gracias Fede!!!
Carmén Sada/ Vigo/Pontevedra/ España
13/10/2010
Deniss.L.A./Lion/France/20 Oc/2010
maycon zabala/ ciudad de guatemala/ septiembre 2011
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