Antiguamente ocurría que los árboles no dejaban ver el bosque. Hoy son los techos de las casas los que lo impiden. ¡Hay el ladrillo, mucho más pernicioso de lo que pensábamos!
Esta idea del bosque oculto me parece estupenda. Salvo porque le hace a uno sentirse pariente de los topos. O de las hormigas, como los japoneses.
Sin embargo, siempre puedes pedirle perejil al vecino de arriba, en la seguridad de que te lo va a dar recién cogido de la mata.
1 comentario:
Antiguamente ocurría que los árboles no dejaban ver el bosque. Hoy son los techos de las casas los que lo impiden. ¡Hay el ladrillo, mucho más pernicioso de lo que pensábamos!
Esta idea del bosque oculto me parece estupenda. Salvo porque le hace a uno sentirse pariente de los topos. O de las hormigas, como los japoneses.
Sin embargo, siempre puedes pedirle perejil al vecino de arriba, en la seguridad de que te lo va a dar recién cogido de la mata.
Salud, tronco
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