Restos de árboles encontrados a la deriva en el mar; en algunos casos, el pez se ha comido al árbol, en otros, ha resultado al contrario, ha sido el árbol el que se ha comido al pez, pero lo cierto es que al final ambos se han integrado en uno solo.
Árbol marino II, 33x18x13cm, resto de árbol, cola de caballa
Árbol marino III, 18x10x7 cm, restos de árbol, cola de caballa.
Estos peces encontraron la salvación asiéndose con fuerza a este pequeño madero, - las redes suelen ir bajo el agua-.
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