Manso día otoñal
que con tu manto de sedas grises
cubres y descubres
perfiles a tu antojo.
Suave día templado
de recogimiento, contemplación
tras los fríos cristales
al amparo de la llama.
Mecidas siete hojas
amarillas, heridas de muerte
las últimas del árbol desnudo
que viste con húmeda niebla.
Hoy los pájaros no vuelan
solo saltan de rama en rama
mendigan migas de la ventana
y se ahuecan entre sus alas.
Atentamente: Zimmer - guardian de la locura-
Reflexiones sobre los procesos creativos en este caso en la escultura, ademas de otros temas que hagan poner en marcha mis pensamientos.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
martes, 24 de noviembre de 2009
Pequeño formato
PEQUEÑO FORMATO es el título de la exposición que voy a presentar en la galería Trueno en Colmenar Viejo, el próximo día 27 de Noviembre.
A veces las pequeñas cosas.... son inolvidables
Una décima de segundo
Una hoja que cae en el otoño
Una sonrisa, un parpadeo, una lágrima
Un beso
El aleteo de un pájaro
Un latido del corazón de mis hijos
Un abrazo
La puesta de sol
El primer " Te quiero"
Una gota de agua
Un adiós
El último suspiro
"Pequeño formato"
Galería Trueno, C/ Trueno, Colmenar viejo, Madrid
Del 27 de Noviembre al 16 de Diciembre
Inauguración 27 de Noviembre a las 20h.
A veces las pequeñas cosas.... son inolvidables
Una décima de segundo
Una hoja que cae en el otoño
Una sonrisa, un parpadeo, una lágrima
Un beso
El aleteo de un pájaro
Un latido del corazón de mis hijos
Un abrazo
La puesta de sol
El primer " Te quiero"
Una gota de agua
Un adiós
El último suspiro
"Pequeño formato"
Galería Trueno, C/ Trueno, Colmenar viejo, Madrid
Del 27 de Noviembre al 16 de Diciembre
Inauguración 27 de Noviembre a las 20h.
miércoles, 28 de octubre de 2009
Atentados contranatura
Solemos cuidar muy poco el medio ambiente, de todos es sabido, pero la conciencia siempre se enfoca en este tema de forma global, bosques en general, aguas, cielo.... pero a mi me gustaría incidir en este caso en algo particular, como son los árboles. Quisiera en este espacio, denunciar el maltrato y en cierto sentido el desprecio que se manifiesta hacia ellos.
Este nogal, antiguo y de buen porte, primero ha sido podado en exceso, perdiendo más de dos tercios de su fronda, y por si fuera poco se le condena a la asfixia y a una muerte anticipada asfaltando todo el perímetro de su tronco.
Otro ejemplo de alcorque excesivamente pequeño
Hay podas que matan.....
y otras que no se pueden llamar podas sino mutilaciones
de nuevo el ejercicio extremo de estrangular el tronco de un árbol.
continuaré subiendo fotos sobre este tema, y se admiten aportaciones
martes, 27 de octubre de 2009
De vuelta a casa
Volver a casa , volver al lugar primero , al sitio en el que creciste, a tus raíces-nunca mejor dicho-
este abeto, salio de este lugar como tronco de árbol cuando se iba a construir la casa;
por misteriosas razones o caprichos del destino vuelve ahora en forma de escultura para descansar el resto de sus días
este abeto, salio de este lugar como tronco de árbol cuando se iba a construir la casa;
por misteriosas razones o caprichos del destino vuelve ahora en forma de escultura para descansar el resto de sus días
miércoles, 21 de octubre de 2009
ARTE CON MAYÚSCULAS
CCCB
MEIAC
MACBA
NMAC
NMCARS
MARCO
CAAM
CDAN
MACUF
MUSAF
IVAM
CAG
CAAM
MEIAC
CAAC .....................
C U A N T A M A Y Ú S C U L A
¿¿¿¿¿¿¿¿¿.
MEIAC
MACBA
NMAC
NMCARS
MARCO
CAAM
CDAN
MACUF
MUSAF
IVAM
CAG
CAAM
MEIAC
CAAC .....................
C U A N T A M A Y Ú S C U L A
¿¿¿¿¿¿¿¿¿.
miércoles, 7 de octubre de 2009
Exposición en Leganes
El próximo jueves día 15 de Octubre inauguro exposición en la sala Rigoberta Menchu del Ayuntamiento de Leganes, se expondrán en total una veintena de piezas la mayor parte de ellas pertenecientes a la serie "Árboles reconstruidos" también se mostraran como anticipo, piezas pertenecientes a dos nuevas series, "Árboles viajeros " y "Vínculos".
Del 15 de Octubre al 7 de Noviembre
Sala Rigoberta Menchú Avda Juan Carlos I 100 Leganes
Inauguración , jueves 15 a las 20h
viernes, 14 de agosto de 2009
Paisajes de ciudad o proyecto "chicles"
La ciudad, tiene sus paisajes, a veces sobrios y equilibrados, otras desajustados o deteriorados; en la Naturaleza la materia se agrupa de una forma u otra habitualmente bajo paisajes armoniosos, con una cierta uniformidad. Con respecto a los residuos, los procedentes de la naturaleza, hablo de hojas, ramas, arenas arrastradas por escorrentías, se agrupan mediante fuerzas naturales y acaban integrándose tras su descomposición en el sustrato vegetal, por tanto no entendemos estos residuos como suciedad, ya que los contemplamos como un momento de una cadena sin fin como es la transformación de la materia mediante procesos naturales.
Los residuos urbanos, son otra cosa, provienen de muy diversos destinos y la mayor parte de ellos son de origen sintético, los plásticos con sus mil y una presentación son un claro ejemplo de ello, y estos residuos no se pueden integrar en ningún sustrato natural, fundamentalmente porque no son de fácil descomposición y porque el sustrato natural de la ciudad, el pavimentado y asfaltado, no tienen ninguna capacidad de absorción.
Dentro de los residuos urbanos, me llaman poderosamente la atención los chicles, si , los chicles, esa masa gomosa, dulce, blanda, pequeña, tan pequeña que pasa desapercibida, pero que resulta bastante difícil de eliminar, hasta tal punto, que es muy común encontrar sus rastros a lo largo de cualquier calle, en las paradas de autobús o en la entrada de grandes comercios, llegando estos a formar una especie de estampado que luce en el pavimento como si de un salpullido se tratase; aplastados, deformes y ennegrecidos se resisten a desaparecer adhiriéndose al suelo como si la existencia les fuese en ello (nunca mejor dicho)
La presente propuesta de intervención, consiste en elevar del plano del suelo mediante unas varillas de pcv o metacrilato y hasta una altura que oscile entre los setenta cm. y un metro diez, estos restos de tan popular golosina, pinchando en el extremo una pequeña masa a semejanza de un chicle, teñido con los colores que normalmente dan sabor a los mismos. El objetivo es poner en evidencia de una forma ostensible a los transeúntes el espacio o la superficie que pueden llegar a ocupar estos desechos, intentando de esta manera concienciar a los ciudadan@s de la necesidad de dar un destino a los chicles, que no sea el propio suelo.
miércoles, 12 de agosto de 2009
El arte, los artistas y el paro
Un artista, (creador) no suele estar nunca en paro, puede que le vaya mejor o peor , pero lo que es seguro es que siempre andará en la cocina guisando asuntos.
El otro día dándole vueltas a la cabeza con este asunto de la crisis, llegué a la conclusión de que los artistas generamos o mantenemos muchos puestos de trabajo, me explico: si hablamos de artistas no consagrados o no elegidos por los popes del arte, - que somos legión- podemos ver que detrás de un simple cuadro, se esconden multitud de oficios o trabajos; están los fabricantes de lápices, de pinceles, de pigmentos , de lienzos, de pinturas de todo tipo, de bastidores... si hablamos de escultura, añadiremos además de los materiales, las múltiples y variadas herramientas que se necesitan según que materia se elija, también el alquiler o compra de un local en condiciones; pasada esta fase, nos encontramos con la distribución, exposición y divulgación de la obra y aquí nos encontraremos con las galerías y sus trabajadores, los centros culturales y todos aquellos lugares destinados a mostrar arte con su consiguiente plantilla de técnicos de montaje o reparación, amén de todos aquellos que viven de hablar del arte, escritores, críticos, revistas especializadas, comisarios ......
Hablando ya de arte consagrado, es decir del arte producido por las mentes más preclaras para el gusto de los entendidos y otra gran parte de autores ya fallecidos , algunos quizás hasta de hambre, pero hoy famosos; los puestos de trabajo en este área también son cuantiosos y en muchos casos altamente cualificados, solamente los museos y centros de arte especializados congregan a un buen número de trabajadores, conserjes, vigilantes, seguridad, transportes, embalajes, seguros, impresión de catálogos , dípticos etc, personal administrativo, críticos de nuevo, comisarios de nuevo, jefes de sección, directivos, directores, políticos, profesores de arte, historiadores de arte.....y hasta algún ministro que otro, ocupa su puesto gracias a los artistas.
En fin, no quiero darle más vueltas, pero a vista de lo expuesto, creo que la contribución del arte al saneamiento del paro es claramente manifiesta, aunque la mayor parte de los beneficiarios de estos trabajos, apenas tengan que ver con el hecho creativo.
El otro día dándole vueltas a la cabeza con este asunto de la crisis, llegué a la conclusión de que los artistas generamos o mantenemos muchos puestos de trabajo, me explico: si hablamos de artistas no consagrados o no elegidos por los popes del arte, - que somos legión- podemos ver que detrás de un simple cuadro, se esconden multitud de oficios o trabajos; están los fabricantes de lápices, de pinceles, de pigmentos , de lienzos, de pinturas de todo tipo, de bastidores... si hablamos de escultura, añadiremos además de los materiales, las múltiples y variadas herramientas que se necesitan según que materia se elija, también el alquiler o compra de un local en condiciones; pasada esta fase, nos encontramos con la distribución, exposición y divulgación de la obra y aquí nos encontraremos con las galerías y sus trabajadores, los centros culturales y todos aquellos lugares destinados a mostrar arte con su consiguiente plantilla de técnicos de montaje o reparación, amén de todos aquellos que viven de hablar del arte, escritores, críticos, revistas especializadas, comisarios ......
Hablando ya de arte consagrado, es decir del arte producido por las mentes más preclaras para el gusto de los entendidos y otra gran parte de autores ya fallecidos , algunos quizás hasta de hambre, pero hoy famosos; los puestos de trabajo en este área también son cuantiosos y en muchos casos altamente cualificados, solamente los museos y centros de arte especializados congregan a un buen número de trabajadores, conserjes, vigilantes, seguridad, transportes, embalajes, seguros, impresión de catálogos , dípticos etc, personal administrativo, críticos de nuevo, comisarios de nuevo, jefes de sección, directivos, directores, políticos, profesores de arte, historiadores de arte.....y hasta algún ministro que otro, ocupa su puesto gracias a los artistas.
En fin, no quiero darle más vueltas, pero a vista de lo expuesto, creo que la contribución del arte al saneamiento del paro es claramente manifiesta, aunque la mayor parte de los beneficiarios de estos trabajos, apenas tengan que ver con el hecho creativo.
Salud y más arte.
miércoles, 5 de agosto de 2009
El encuentro con los materiales
Un largo camino recorrido
Tronco varado en el arenal de Moris/2008
El mismo tronco un año después acompañado de unos amigos.
No siempre es fácil.
Buscar los materiales siempre es un ejercicio duro, en cuanto que es como buscar una pieza de puzle entre miles, encontrar el material produce una satisfacción insospechada, pues resulta el encuentro a veces entre la idea y la materia, y eso es muy valioso; es un ejercicio similar a ir a buscar setas, estas ansioso y emocionado desde que sales de casa y hay días que vuelves lleno de gozo, y otros solo con el paseo invertido - que no es poco-
Tronco varado en el arenal de Moris/2008
Siempre me han llamado la atención los desechos del mar, los expulsados de ese lugar, por no pertenecer a él o porque su vida ha llegado al final en ese medio. El pasado año, estaba enfrascado en la rehabilitación de los arboles, claro esta, árboles de mi entorno, con una presencia muy clara, corteza, ramas o raíces, que indican claramente su origen ; en uno de los paseos por la playa surgió ante mi otra posibilidad, recuperar esos otros árboles, árboles viajeros que aun careciendo de las características visuales propias de los mismos, también lo son y a veces el único testigo de su condición se encuentra escondido bajo ese manto de erosión y trabajo del tiempo.
El mismo tronco un año después acompañado de unos amigos.
Tres troncos de mediano y pequeño tamaño, pude acarrear hasta mi taller y transformarlos en piezas que incluí en mi última exposición, pero hubo un tronco que me maravillo y que me resultó imposible recogerlo; un año entero he estado pensando en él; al principio, me venia a la cabeza volver a por él a pesar de los muchos kilómetros, pero desechaba la idea, pensando que igual que llego a la playa se podía haber ido, y que seria un viaje en balde; aun así, he seguido pensando en el siempre. Llegado este verano, se presentó por circunstancias la posibilidad de volver a Asturias a pasar unos días y desde que esto sucedió, el deseo de volver a verlo y la inquietud por encontrarlo se apoderó de mi. La gran seta podía estar esperándome allí, o quizás alguien se podía haber adelantado.
No siempre es fácil.
La primera playa que visitamos, fue el arenal de Moris; enseguida encaminé mis pasos hacia donde creía que podría estar, la ansiedad me impidió meter los pies en el agua, a modo de saludo al mar, dudaba de las posibilidades de éxito; pasé al lado de dos bañistas que se encontraban sentadas sobre un tronco; continué andando con cada vez menos esperanzas, pues la playa se acababa y en ese momento, mi cerebro debió procesar alguna imagen que hizo girarme y escrutar ese tronco que aunque medio tapado por las toallas de las bañistas y amen de sus traseros , ofrecía algunas partes vistas; las mujeres me miraban desconfiadas y yo no se lo podía explicar, pero tras dar un par de vueltas a su alrededor, mi cuerpo sintió algo, algo muy grato y difícil de explicar; Ese árbol me había esperado durante un año entero.......y eso, es de agradecer.
... es lo que tiene el encuentro con los materiales, o el encuentro de los materiales, como ustedes quieran.
... es lo que tiene el encuentro con los materiales, o el encuentro de los materiales, como ustedes quieran.
jueves, 9 de julio de 2009
¿Arte?
Arte
comunicArte
expresArte
reciclArte
pensArte
Arteguia
Arteleku
Artesania
clasificArte
ilusionArte
informArte
publicArte
Centr arte
Mir arte
Arte facto
Arte misa
Arte sonado
Se admiten aportaciones
comunicArte
expresArte
reciclArte
pensArte
Arteguia
Arteleku
Artesania
clasificArte
ilusionArte
informArte
publicArte
Centr arte
Mir arte
Arte facto
Arte misa
Arte sonado
Se admiten aportaciones
miércoles, 24 de junio de 2009
LAS CASAS FLOTANTES DE LOS XILÓFAGOS
El día transcurría con normalidad, hasta que llego el abuelo muy acalorado.
- La situación se esta complicando demasiado, han venido muchos leñadores, y están marcando cientos de árboles para derribar, el nuestro no lo está aun, pero no creo que tarden en hacerlo.
Me acerque a uno de los múltiples orificios que nos conectaban con el exterior; era cierto, una ingente cantidad de hombres con grandes sierras se afanaban en la tala de los árboles, la mayor parte de los que rodeaban el nuestro yacían ya esperando ser troceados y acarreados hasta el rió. Las caras de toda la familia eran de tristeza y abatimiento, todo nuestro entorno estaba patas arriba; habían desaparecido muchos de nuestros conocidos y familiares, y no sabíamos que nos podía deparar el futuro.
La cuestión era ocupar uno de los numerosos árboles que derribaban, pero que no tuvieran interés maderero en ellos, si lográbamos alcanzar el rió, podríamos huy hacia otro lugar donde la vida nos fuera más tranquila, como lo era en este bosque antes de la llegada de los humanos y sus ansias de destrucción
Pronto vimos como unos trabajadores separaban unos grandes rollos de caoba del resto, y como entre ellos se colaban tres hermosos troncos de otra especie parecida, que seguro desecharían en algún momento, cuando comprobaran que no se trataba de la preciada madera. Enseguida mi padre aviso a su hermano y a un vecino, les conmino a que cogieran lo indispensable y se reunieran con nosotros para tratar de abordar dichos troncos; los pequeños vivíamos esto como una aventura, pero la expresión de los mayores delataban otros derroteros, para ellos se trataba de perder casi su vida, todos sus recuerdos, la tranquilidad y seguridad que ofrece conocer el lugar donde vives, la sociedad que has ido tejiendo a través del tiempo... todo perdido o apunto de perderlo.
Habían quedado los cabezas de familia - mi abuelo, el abuelo de mis primos y la abuela de los vecinos- a la caída del sol al pie de una frondosa teca, justo cuando los leñadores se retiraban a descansar ; la cuestión era atravesar un largo espacio sembrado de ramas y arboles caídos, hasta llegar a la orilla del rió y una vez allí, distribuirnos en los tres ejemplares elegidos, unos robustos arboles, de unos 50cm de diámetro y cuatro metros y medio de longitud. Llegamos a los troncos cuando comenzaba a despuntar el alba, nos quedaba poco tiempo para realizar los orificios pertinentes para poder entrar dentro de él y que los madereros no lo notasen, pues si tenían constancia de la presencia de algún elemento de nuestra especie, enseguida retirarían el tronco para quemarlo sin mas contemplaciones, no saben la cantidad de generaciones que podrían comer de esos arboles. Los mas experimentados barrenadores se pusieron al trabajo, y fueron abriendo galerías según la serie matemática de fibonaci, de tal forma, que según iban abriendo galerías íbamos entrando el resto para continuar el trabajo, la consigna era llegar a un punto de encuentro que seria nuestro espacio de congregación familiar, mas tarde lo repartiríamos según las necesidades; por otra parte quedaron rezagados los encargados de sellar y camuflar las entradas lo mas discretamente posible; tan solo quedaría dos orificios pequeños
a través de los cuales observariamos lo que sucedía alrededor.
Pasamos la noche nerviosos pero recobrando las fuerzas perdidas, recuerdo que el sabor de aquel árbol, no me era conocido -claro, siempre había comido del mismo árbol- pero no era desagradable, y además pensando que podría ser mi dieta durante largo tiempo, me esmeré en que resultara agradable a mi paladar.
Al amanecer asomé las antenas por un pequeño orificio, pronto vi a mi primo en otro tronco, nos saludamos y ambos una vez confirmada la ausencia de humanos, no encaramamos a lo alto de los mismos; una vista espectacular se presentaba ante nosotros, cientos de arboles tumbado en la orilla del rió, esperaban para ser transportados mediante la corriente del mismo; los vecinos se habían acomodado un par de troncos mas hacia el interior, pero al igual que nosotros, la curiosidad se apoderó de ellos, y también salieron al exterior, cruzamos uno saludos, pero de forma muy fugaz, pues cinco tipos con grandes ganchos y largas varas habían comenzado a echar a rodar los troncos hacia el agua, así es que a toda prisa entre de nuevo para contar lo que había visto a mi abuelo.
Cuestión de edad es la experiencia, por ello era mi abuelo quien llevaba las riendas de la comunidad; pronto mando sellar todas las posibles entradas tras notar el bamboleo producido al entrar el tronco en el agua, tan solo quedaron los dos orificios de vigilancia. Nos reunió a todos y nos contó, como en el pasado el había realizado un viaje similar cuando por descuido se introdujo en una rama muerta para comer y cuando se quiso dar cuenta aquello se movía; nos contó que al cabo de unas pocas horas, la rama se encalló en un montón de maleza y que posteriormente se paró sobre la arena del río, dijo que aquello le condujo a conocer nuevas partes de la selva que para el eran desconocidas, incluso que encontró nuevos alimentos mucho más ricos y en abundancia; en definitiva, nos animaba diciendo que aquello era cuestión de muy poco tiempo, y que en cuanto el tronco tocase una orilla, podríamos saltar y buscar un nuevo asentamiento.
El movimiento era suave, apenas perceptible, tan solo alguna vez se notaba cuando alguien pisaba sobre nosotros, o nos empujaban adquiriendo algo más de velocidad, pero la tónica era un movimiento leve, que se hacia agradable.
Pronto entro uno de los vigilantes, para avisar a mi abuelo, que estaban separando unos troncos de otros, enseguida subió a uno de los orificios para cerciorarse de la maniobra. Efectivamente, estaban apartando las piezas menos valiosas del resto, y esto era sinónimo de que pronto nos desviarían hacia una orilla; al cabo de un buen rato, apareció de nuevo el abuelo: Tengo malas noticias, nos han atado junto a otros troncos, y nos han separado, pero continuamos el trayecto por el rió, deberemos esperar algo más de tiempo.
Los días se sucedían, y no había visos de recalar en orilla alguna, entre tanto las familias ya acomodadas habían preparado los espacios necesarios para dormir, habían abierto las galerías donde nos alimentábamos y los lugares en los que los pequeños pasábamos la mayor parte del tiempo jugando; largas y largas galerias, donde jubabamos al escondite, o a correr como locos, o mejor dicho, como cualquier pequeño; se podía decir que no echábamos nada en falta, era como una nueva casa, pero una casa....flotante
- La situación se esta complicando demasiado, han venido muchos leñadores, y están marcando cientos de árboles para derribar, el nuestro no lo está aun, pero no creo que tarden en hacerlo.
Me acerque a uno de los múltiples orificios que nos conectaban con el exterior; era cierto, una ingente cantidad de hombres con grandes sierras se afanaban en la tala de los árboles, la mayor parte de los que rodeaban el nuestro yacían ya esperando ser troceados y acarreados hasta el rió. Las caras de toda la familia eran de tristeza y abatimiento, todo nuestro entorno estaba patas arriba; habían desaparecido muchos de nuestros conocidos y familiares, y no sabíamos que nos podía deparar el futuro.
La cuestión era ocupar uno de los numerosos árboles que derribaban, pero que no tuvieran interés maderero en ellos, si lográbamos alcanzar el rió, podríamos huy hacia otro lugar donde la vida nos fuera más tranquila, como lo era en este bosque antes de la llegada de los humanos y sus ansias de destrucción
Pronto vimos como unos trabajadores separaban unos grandes rollos de caoba del resto, y como entre ellos se colaban tres hermosos troncos de otra especie parecida, que seguro desecharían en algún momento, cuando comprobaran que no se trataba de la preciada madera. Enseguida mi padre aviso a su hermano y a un vecino, les conmino a que cogieran lo indispensable y se reunieran con nosotros para tratar de abordar dichos troncos; los pequeños vivíamos esto como una aventura, pero la expresión de los mayores delataban otros derroteros, para ellos se trataba de perder casi su vida, todos sus recuerdos, la tranquilidad y seguridad que ofrece conocer el lugar donde vives, la sociedad que has ido tejiendo a través del tiempo... todo perdido o apunto de perderlo.
Habían quedado los cabezas de familia - mi abuelo, el abuelo de mis primos y la abuela de los vecinos- a la caída del sol al pie de una frondosa teca, justo cuando los leñadores se retiraban a descansar ; la cuestión era atravesar un largo espacio sembrado de ramas y arboles caídos, hasta llegar a la orilla del rió y una vez allí, distribuirnos en los tres ejemplares elegidos, unos robustos arboles, de unos 50cm de diámetro y cuatro metros y medio de longitud. Llegamos a los troncos cuando comenzaba a despuntar el alba, nos quedaba poco tiempo para realizar los orificios pertinentes para poder entrar dentro de él y que los madereros no lo notasen, pues si tenían constancia de la presencia de algún elemento de nuestra especie, enseguida retirarían el tronco para quemarlo sin mas contemplaciones, no saben la cantidad de generaciones que podrían comer de esos arboles. Los mas experimentados barrenadores se pusieron al trabajo, y fueron abriendo galerías según la serie matemática de fibonaci, de tal forma, que según iban abriendo galerías íbamos entrando el resto para continuar el trabajo, la consigna era llegar a un punto de encuentro que seria nuestro espacio de congregación familiar, mas tarde lo repartiríamos según las necesidades; por otra parte quedaron rezagados los encargados de sellar y camuflar las entradas lo mas discretamente posible; tan solo quedaría dos orificios pequeños
a través de los cuales observariamos lo que sucedía alrededor.
Pasamos la noche nerviosos pero recobrando las fuerzas perdidas, recuerdo que el sabor de aquel árbol, no me era conocido -claro, siempre había comido del mismo árbol- pero no era desagradable, y además pensando que podría ser mi dieta durante largo tiempo, me esmeré en que resultara agradable a mi paladar.
Al amanecer asomé las antenas por un pequeño orificio, pronto vi a mi primo en otro tronco, nos saludamos y ambos una vez confirmada la ausencia de humanos, no encaramamos a lo alto de los mismos; una vista espectacular se presentaba ante nosotros, cientos de arboles tumbado en la orilla del rió, esperaban para ser transportados mediante la corriente del mismo; los vecinos se habían acomodado un par de troncos mas hacia el interior, pero al igual que nosotros, la curiosidad se apoderó de ellos, y también salieron al exterior, cruzamos uno saludos, pero de forma muy fugaz, pues cinco tipos con grandes ganchos y largas varas habían comenzado a echar a rodar los troncos hacia el agua, así es que a toda prisa entre de nuevo para contar lo que había visto a mi abuelo.
Cuestión de edad es la experiencia, por ello era mi abuelo quien llevaba las riendas de la comunidad; pronto mando sellar todas las posibles entradas tras notar el bamboleo producido al entrar el tronco en el agua, tan solo quedaron los dos orificios de vigilancia. Nos reunió a todos y nos contó, como en el pasado el había realizado un viaje similar cuando por descuido se introdujo en una rama muerta para comer y cuando se quiso dar cuenta aquello se movía; nos contó que al cabo de unas pocas horas, la rama se encalló en un montón de maleza y que posteriormente se paró sobre la arena del río, dijo que aquello le condujo a conocer nuevas partes de la selva que para el eran desconocidas, incluso que encontró nuevos alimentos mucho más ricos y en abundancia; en definitiva, nos animaba diciendo que aquello era cuestión de muy poco tiempo, y que en cuanto el tronco tocase una orilla, podríamos saltar y buscar un nuevo asentamiento.
El movimiento era suave, apenas perceptible, tan solo alguna vez se notaba cuando alguien pisaba sobre nosotros, o nos empujaban adquiriendo algo más de velocidad, pero la tónica era un movimiento leve, que se hacia agradable.
Pronto entro uno de los vigilantes, para avisar a mi abuelo, que estaban separando unos troncos de otros, enseguida subió a uno de los orificios para cerciorarse de la maniobra. Efectivamente, estaban apartando las piezas menos valiosas del resto, y esto era sinónimo de que pronto nos desviarían hacia una orilla; al cabo de un buen rato, apareció de nuevo el abuelo: Tengo malas noticias, nos han atado junto a otros troncos, y nos han separado, pero continuamos el trayecto por el rió, deberemos esperar algo más de tiempo.
Los días se sucedían, y no había visos de recalar en orilla alguna, entre tanto las familias ya acomodadas habían preparado los espacios necesarios para dormir, habían abierto las galerías donde nos alimentábamos y los lugares en los que los pequeños pasábamos la mayor parte del tiempo jugando; largas y largas galerias, donde jubabamos al escondite, o a correr como locos, o mejor dicho, como cualquier pequeño; se podía decir que no echábamos nada en falta, era como una nueva casa, pero una casa....flotante
BENDITA CRISIS
Todos nuestros días, desde hace ya algún tiempo, nos vienen machacando, asustando y alienando con la murga de la crisis; que quieren que les diga, no es que me alegre de la situación actual, sobre todo la de los menos favorecidos, que como siempre acaban pagando los platos rotos, pero ahora me permito el lujo de no salir a cenar por ahí, ceno en mi casa con los amigos, que es más sano, más barato, y más bonito; de no tener que comprarme más ropa, por que no la necesito, tengo suficiente hasta que me muera; de no tener que preocuparme de si cambio o no de coche, el que tengo con diez años funciona de maravilla y espero que me dure otros tantos; me permitiré el lujo de no obligar a mis hijos a realizar todas las actividades extra- escolares del mundo, y así podrán descansar un poco más y jugar en el parque, como deben hacer los niños; me alegro de no tener que consumir porque sí, para que los ricos sean más ricos, que por cierto a ellos no les afectan nunca estas cosas. En definitiva, bendita crisis, que nos permite pararnos y ver la vida de otra forma.
lunes, 1 de junio de 2009
A VUELTAS CON LA MADERA
Hay personas que parecen creer que van a alcanzar la inmortalidad. Ayer se acerco a mi taller un potencial cliente - así llamamos a todo aquel que se acerca a nuestra obra pensando ilusamente que nos van a comprar algo, nada más lejos de la realidad-; en principio la obra le parecía muy sugestiva, realmente impactante, y muy muy original - según palabras suyas- eso si, había un pero, el material; la madera es un material.... digamos que poco duradero, tiende a variar con el tiempo, y a veces se agrieta, le salen fisuritas... no es como la piedra, o el bronce, es como de segunda clase - insistía-; salimos del taller y dimos un pequeño paseo por el jardín donde tengo colocadas las piezas de exterior. ¿Lo ves? ¿ves lo que te digo de las grietas y como se deteriora la madera?; yo atendía ensimismado a sus explicaciones intentando no darle un golpe en la cabeza; precisamente las piezas de exterior están así, porque yo lo quiero, porque me gusta ver como trabaja el tiempo y la naturaleza sobre ellas, y a pesar de ello, les doy un tratamiento, para frenar o paralizar ese proceso cuando yo lo estimo conveniente.
Me venían a la cabeza las imágenes de la madera gastada por el tiempo de las ruedas de carro de olmo, o los yugos de los bueyes de principios del siglo pasado, también edificios o iglesias enteras fabricadas de madera del siglo XV, o los coros , sillería y retablos de épocas más antiguas todavía; según el iba hablando, las imágenes que mi cerebro recordaba de objetos realizados en madera y que aun hoy existen se retraían en el tiempo, hasta los objetos fabricados por los egipcios hace tres o cuatro mil años. Entonces caí en la cuenta de que esta persona, ya no era un potencial cliente ni merecía serlo.
Creo que las obras de arte, deberían auto destruirse en un determinado tiempo, - lo que dure el comprador- de esta forma, evitariamos la mercantilización de la misma y el hecho de que individuos como este piensen que una obra de arte es un negocio y no un ejercicio de sensibilidad.
Además así los artistas vivos quizás pudiéramos vivir de lo que hacemos, y no esperar a la muerte como es el caso de muchos autores para que su obra alcance un valor del que no se va a beneficiar y que además no le corresponde.
Me venían a la cabeza las imágenes de la madera gastada por el tiempo de las ruedas de carro de olmo, o los yugos de los bueyes de principios del siglo pasado, también edificios o iglesias enteras fabricadas de madera del siglo XV, o los coros , sillería y retablos de épocas más antiguas todavía; según el iba hablando, las imágenes que mi cerebro recordaba de objetos realizados en madera y que aun hoy existen se retraían en el tiempo, hasta los objetos fabricados por los egipcios hace tres o cuatro mil años. Entonces caí en la cuenta de que esta persona, ya no era un potencial cliente ni merecía serlo.
Creo que las obras de arte, deberían auto destruirse en un determinado tiempo, - lo que dure el comprador- de esta forma, evitariamos la mercantilización de la misma y el hecho de que individuos como este piensen que una obra de arte es un negocio y no un ejercicio de sensibilidad.
Además así los artistas vivos quizás pudiéramos vivir de lo que hacemos, y no esperar a la muerte como es el caso de muchos autores para que su obra alcance un valor del que no se va a beneficiar y que además no le corresponde.
sábado, 14 de febrero de 2009
Intrusión invertida
¿Como el amor?
Exposición.
Lugar: Centro de Humanidades Cardenal Gonzaga, La Cabrera, Madrid. Km 58, A-I
Fecha: del 13 de Marzo al 15 de Abril, innauración sábado 14 de Marzo
Horario: lunes a sábados de 10 a 21:30 h. domingos de 10 a 15 h.
La exposición que presento se integra dentro de la propuesta formulada por el Centro de Humanidades Cardenal Gonzaga denominada Arte Intruso. Bajo este epígrafe, se me ha ocurrido dar una vuelta de tuerca para llamar la atención sobre el trato que dispensamos a la naturaleza, así como mostrar unas obras que tienen mucho que ver con la misma.
Se entiende por intruso aquello que ocupa un lugar para el que no está destinado y es en esa dirección en la que me gustaría encuadrar el montaje de la exposición; del mismo modo que encontramos invadidos los bosque y espacios naturales por intrusos de procedencia humana, ya sean: botes, papeles ...residuos en general, incluso edificios, es mi intención invertir esta situación, y por algún espacio de tiempo hacer que sean los objetos naturales los que inquieten a los humanos, y colocar a estos frente a la presión que supone ver su espacio habitual ocupado por algo ajeno a el mismo; de esta manera, quisiera colocar las piezas en los lugares o espacios utilizados generalmente de forma exclusiva por las personas, me refiero, a las entradas, lineas de circulación , en la barra del bar, entre las mesas de la cafetería, en el acceso a la planta superior, o delante del mostrador de recepción. Normalmente, las esculturas son objetos a observar, yo ahora las propongo como observadores silenciosos a ver si entienden algo del comportamiento de las personas.
Al margen de estas disquisiciones, os diré que la muestra constará de unas treinta piezas, cuatro de ellas de exterior,cinco de pared, siete u ocho verticales de formato grande y el resto sobre peanas; recoge un espacio de tiempo de unos dieciocho años y habrá un par de piezas o tres de casi todas las series que he ido produciendo y tres o cuatro de nueva creación: En definitiva va a ser una muestra amplia y a mi juicio bastante interesante.
"sin palabras"
"Tilo"
"Ojo de pez"
"Cola de ballena"
"Laberinto de escaleras"
"Sombra"
jueves, 5 de febrero de 2009
Acerca del reciclado -al fin y al cabo tambien es material-
Andaba yo sumergido -y nunca mejor dicho- en el armario bajo, donde acumulamos los desechos, tratando de ordenar nuestras heces domésticas, cuando de repente he pensado: esto del reciclaje es una historia, una mala historia lo mires por donde lo mires; esta muy bien todo esto de no contaminar, de cuidar el planeta, etc,etc pero ahí me encuentro yo entre multitud de objetos que he de clasificar, y lo tengo que hacer yo; los plásticos por un lado, pero es que los plásticos no vienen solos, van acompañados de cierres metálicos, o embutidos en otro enbalaje de cartón recubierto de plástico más fino, los papeles por otro, pero es que todo tiene papeles o cartones; los yogures, que tienen plástico, metal, y cartón, las natillas, los flanes......; vidrio por otro y lo orgánico a otro cubo, -al menos lo orgánico lo utilizo para el huerto- además dentro de lo orgánico clasificamos lo crudo de lo cocinado...al final salgo cargado con cuatro o cinco bolsas más un par de cubos. Resulta que donde vivo no hay cubos de basura, y no me refiero a esos contenedores de colorines, me refiero simplemente a los contenedores de un solo uso; carga las bolsa en el coche y a aproximadamente quinientos metros se encuentra el lindo lugar donde debemos depositar ordenadamente la basura. Dependiendo del día, uno puede encontrarse el lugar aseado y preparado o puede encontrarse con la sorpresa de ver como si de un tenderete del rastro se tratase el suelo alfombrado -eso si junto a su correspondiente recipiente- un montón de botellas, cajas de cartón amontonadas, y envases de plástico de muy diversas formas y colores, en fin un universo de objetos como si haciendo cola se tratase para poder entrar en un cine.
No, no me molesta reciclar, pero....podrían ponerlo un poco más fácil y si no participas te cargas de una culpabilidad tan pesada como una losa de hormigon.
Es en esos momentos cuando pienso en aquel cubo que me tocaba bajar cada noche al recipiente grande de la comunidad donde lo vertía, aquel cubo de zinc o finalmente de plástico verde, forrado su interior con hojas de periódico, de ese mismo periódico que también servía para envolver el bocata de media mañana,o para cualquier otro menester y cuyos residuos eran todos orgánicos, sonaba a basura armónica, a residuos homogéneos, simplemente era basura.
Tras ese pequeño ensueño de recuerdos de mejores tiempos una chispa salta en mi cabeza como advirtiéndome que me encuentro en el 2009 y entonces pienso: por qué coño no simplifican los enbalajes, por qué coño no suprimen tanta bolsita, porqué coño no obligan a las empresas como me obligan a mi a r-a-c-i-o-n-a-l-i-z-a-r los envoltorios de los productos,por qué es finalmente el usuario el que paga el pato, el que paga más por un producto más envuelto, que no de mejor calidad, el que paga más para tratar de frenar la contaminación, el que paga más por tener que hacer de seleccionador de basuras, para que empresas privadas ganen unas pasta.
En fin pais, yo quiero comprar la leche a granel, de la vaqueria, y la mantequilla, y los huevos, y el pan sin bolsita, y...........
Salud.
viernes, 30 de enero de 2009
"Un viaje con Scholosser"
Desperté con la sonrisa en la boca, era sinónimo de que había tenido algún sueño agradable, cuando esto sucede - y en otras ocasiones también, pues me gusta saber donde he pasado la noche - me concentro y trato de evocarlos de nuevo, es como vomitar los sueños para saborearlos según van saliendo; pues bien esa noche había estado de viaje con mi amigo Adolfo, habíamos ido a la Vera a casa de Patricio Bulnes, un amigo suyo de tiempos, al que hacia bastante que no veía, al mismo tiempo nos sirvió de excusa para olfatear materiales y reconocer lugares. Una vez entrados en la serpenteante carretera comarcal que recorre la falda de la sierra de Gredos nos sentimos como en casa , los árboles, el verdor, el olor, el sonido del agua recorriendo caceras o brincando por los barrancos, todo conducía a un entorno de naturaleza en el que nos sentíamos como peces en el agua; Adolfo era una persona muy poco habladora, aunque muy expresiva; una mirada cómplice y una sonrisa escueta era suficiente para cerciorar que su estado de animo era bueno.
No tenia muy clara la dirección de su amigo Patricio, pues hacia bastante tiempo que no le visitaba, pero aún así logramos encontrar el camino acertado, para que su memoria hiciese el resto; salimos de la carretera principal y cogimos una desviación hacia la sierra, que más tarde desembocó en un camino de tierra; según alanzábamos yo me preguntaba donde coño estaría la casa del individuo este. Adolfo me había contado algo al respecto de Patricio, que era escritor, que fundaron una revista junto a Eva, de la que fuera pareja durante algún tiempo, que era un poco excentrico y que se había retirado a vivir al campo entre otras cosas, para criar perros, más concretamente mastines.Pasados unos cuantos baches y no menos curvas llegamos a un pequeño espacio donde parecía acabar todo rastro de lo que pudiera denominarse camino, un escueto: "bien,.....puede que sea por aquí" me hizo apagar el vehículo y esperar acontecimientos.
Adolfo bajo del coche con aire de satisfacción, pronto oímos el ladrido de perros que se acercaban hacia nosotros; sonrió y eso era señal de que había acertado con el lugar, muy pronto llegaron a nuestras vistas tres grandes perros blancos que lanzados a la carrera ofrecían una imagen no muy agradable, y menos como recibimiento, suerte que tras ellos, apareció una figura humana que comenzó a silbarles y consiguió que frenasen su instinto perruno. Patricio era una persona más bien alta y algo delgado, sus pasos decididos podían semejar zancadas alegres que sorteaban los matorrales, enseguida lanzo sus manos hacia Adolfo con una gran sonrisa en los labios. Tras las presentaciones nos animó a que le siguiéramos por su finca; mientras andábamos, iba dándonos explicaciones de los lugares por donde pasábamos, "..aquí voy a hacer esto, y allí, lo otro.." todo eran proyectos, ideas para llenar una nueva vida en un nuevo sitio; a todas estas cuestiones, Adolfo siempre contestaba con una silenciosa sonrisa.
Algo que me pareció extraño en un principio, es que no nos mostrase primero la casa y luego los alrededores, lo que significaba el parejo valor que daba a ambas cosas ,aspecto este que luego confirmé al ver el estado de la vivienda. Esta se encontraba en un edificio de una sola planta, era una construcción moderna y solida con cierto aspecto de inacabada, una casa de campo que podía muy bien llegar a ser una gran mansión. Accedimos al interior a través de una amplia terraza que de espaldas a la sierra se abría con una gran generosidad hacia el horizonte del sur; la fachada estaba enfoscada, pero carecía de cualquier tipo de pintura ofreciendo un tono cromático bastante apagado;al traspasar la puerta me dio la impresión de estar en una obra, al igual que el exterior, no existía ningún tono de color en especial, todo era gris , apagado y opaco, ese color que ofrece el simple enlucido del yeso; ningún ornamento distraía el espacio, no recuerdo muebles, ni cortinas, ni lámparas,ni cualquier otro objeto que aportara un rasgo de presencia humana, la casa , o en principio el salón comedor - que pudiera ser - unos escalones y una muy generosa barra, separaban este espacio del que sería la cocina. aquí si se identificaba vida, no había electrodomésticos aparentes, apenas dos, una vieja cocina de butano con horno y un frigorífico que ya no era blanco; el resto, quiero decir la espléndida barra en ele era un cumulo de objetos indescriptibles a excepción de un sinfín de envases de natillas vacías que exportaban un intenso color amarillo a todo su alrededor, esa fue la imagen más impactante que recuerdan mis sueños con toda claridad amén de otra que expondré más tarde; el ejército de envases que invadía literalmente las encimeras iba acompañado de otro similar de cucharillas, ¿cuantos envases podria haber? Adolfo y yo nos miramos y enseguida a espaldas de Patricio, esbozamos una sonrisa y nos encogimos tímidamente los hombros, un espectáculo similar no podía pasar desapercibido en ningún momento; a veces estos envases ofrecían una lógica o un orden, configuraban hileras, con una cuchara dentro de cada uno, en otro lugar formaban una torre, que se iba inclinando a medida que esta crecía, hasta retar la ley de la gravedad, pero lo normal, era el caos, como si se hubieran ido tirando tras su consumo pausado o compulsivo y tal como caían, de cualquier forma,así quedaban; de igual modo las cucharillas parecían poner el contrapunto, tanto por la forma , como por el brillo metálico que ofrecían; !menuda colección de cucharillas! ¿habría una cucharilla por cada envase de natillas?. De cualquier modo, el espectáculo de color y formas estaba servido.
Allí mismo, en aquel espacio se desarrollo una grata conversación mientras Patricio se afanaba en hacer un hueco en el mar de natillas , donde prepararía una pierna de cordero para asar ; muchas piernas debió asar ese horno a juzgar por los visibles restos de grasilla que escurrían por el frente del horno.
¿La comida?....pues de esto mis sueños no han dejado constancia, probablemente por que no causara en mi la misma honda impresión que dejo la casa .
De los postres, si me acuerdo; nos dirigimos a la parte de las habitaciones a través de un largo pasillo, acabado en yeso crudo como el resto de la casa; a ambos lados había habitaciones, sin puertas, pero manifestaban su presencia por la luz que proyectaban sobre el oscuro pasillo; entramos en el primer espacio a mano derecha, recuerdo ,cargados con los cachiperres del café; era una habitación cuadrada, con una buena ventana , una chimenea abierta.y el mismo acabado espartano que caracterizaba toda la casa. Este es mi estudio, - nos comentó Patricio - ¿Estudio?, yo allí no veía absolutamente nada, salvo leña por el suelo sin colocar y un sillon de orejas situado a una distancia prudente frente a la mencionada chimenea. No se como transcurrio la velada, pues seguramente yo ya iría algo tocado tras el vino de la comida ,-al cual los tres eramos bastante aficionados-,amén, de los canutos de mariguana que nos habríamos fumado: eso si, mi mente debió quedar grabada con la visión de aquel espacio y de su principal protagonista, el sillón de orejas , un sillón de piel oscura,blanda ya del desgaste, con la oreja de dormir preferida,claramente señalada por un cerco grasiento y surcada por infinitas y sutiles grietas que dejaban entrever parte del entramado estructural interno del asiento, aunque este entramado también quedaba expuesto claramente en el exterior, pues de la parte trasera del respaldo, salían, varios muelles como catapultados hacia el espacio en forma de fuegos de artificio; de igual manera solo que retenidos en su trayecto por el suelo, aparecían otros por debajo del asiento como gusanos retorcidos; no era un sillón, no era un asiento, era un trono ,un majestuoso trono, desde el cual se dirigían los hilos de personajes anónimos o de lugares inesperados. Entonces yo me imaginaba a Patricio, sentado junto al fuego, acariciando con ternura los reposabrazos de su fiel poltrona, enajenado por momentos en el paisaje de la ventana o en unas morbosas natillas , con una libreta y un bolígrafo por toda herramienta. Componiendo y descomponiendo palabras .
¿Para el tiempo de la vuelta?... creo que mis sueños, ya se habían dormido.
¿La comida?....pues de esto mis sueños no han dejado constancia, probablemente por que no causara en mi la misma honda impresión que dejo la casa .
De los postres, si me acuerdo; nos dirigimos a la parte de las habitaciones a través de un largo pasillo, acabado en yeso crudo como el resto de la casa; a ambos lados había habitaciones, sin puertas, pero manifestaban su presencia por la luz que proyectaban sobre el oscuro pasillo; entramos en el primer espacio a mano derecha, recuerdo ,cargados con los cachiperres del café; era una habitación cuadrada, con una buena ventana , una chimenea abierta.y el mismo acabado espartano que caracterizaba toda la casa. Este es mi estudio, - nos comentó Patricio - ¿Estudio?, yo allí no veía absolutamente nada, salvo leña por el suelo sin colocar y un sillon de orejas situado a una distancia prudente frente a la mencionada chimenea. No se como transcurrio la velada, pues seguramente yo ya iría algo tocado tras el vino de la comida ,-al cual los tres eramos bastante aficionados-,amén, de los canutos de mariguana que nos habríamos fumado: eso si, mi mente debió quedar grabada con la visión de aquel espacio y de su principal protagonista, el sillón de orejas , un sillón de piel oscura,blanda ya del desgaste, con la oreja de dormir preferida,claramente señalada por un cerco grasiento y surcada por infinitas y sutiles grietas que dejaban entrever parte del entramado estructural interno del asiento, aunque este entramado también quedaba expuesto claramente en el exterior, pues de la parte trasera del respaldo, salían, varios muelles como catapultados hacia el espacio en forma de fuegos de artificio; de igual manera solo que retenidos en su trayecto por el suelo, aparecían otros por debajo del asiento como gusanos retorcidos; no era un sillón, no era un asiento, era un trono ,un majestuoso trono, desde el cual se dirigían los hilos de personajes anónimos o de lugares inesperados. Entonces yo me imaginaba a Patricio, sentado junto al fuego, acariciando con ternura los reposabrazos de su fiel poltrona, enajenado por momentos en el paisaje de la ventana o en unas morbosas natillas , con una libreta y un bolígrafo por toda herramienta. Componiendo y descomponiendo palabras .
¿Para el tiempo de la vuelta?... creo que mis sueños, ya se habían dormido.
lunes, 5 de enero de 2009
¿Amor de padre o talento?
Todos los padres y madres, tendemos a magnificar las cualidades de nuestros hijos/as; mi caso, no creo que sea una excepción, pero aun así he optado por colgar estos trabajos porque me parecen extremadamente curiosos, por la forma en que ocupa el espacio, por el color y técnica empleados y por la variedad de temas elegidos, pero sobre todo por la edad que tiene mi hija Gara, cuatro años y medio. Estos trabajos son libres, no dirigidos ni en el momento, ni en el tema, ni en nada;ella se pone cuando y como quiere a realizar estos trabajos .Juzguen ustedes mismos. Pinchandolos apareceram en mayor tamaño.
Casa de fiestas -rotulador y acuarelas-
Clase de música-rotulador-
Bailarin - rotulador -
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